Lugar: Club Entre Rios, Caputo y Newbery, Paraná, Entre Rios
Bandas: Deathbed, Homo Sapiens, Volición, Sin Piedad, Martirio
La noche de Paraná nos recibe con un frío sumamente húmedo por sus cercanías a las costas del emblemático río argentino, pero con mucho calor de corazón. Fuimos testigos del aguante que es definitivamente marca del público metalero con raíces en el interior de nuestro país, plasmado en un público que cobijó a entrerrianos, santafesinos y bonaerenses en una verdadera fiesta enmarcada en el más puro sentimiento y fraternidad.
Maru y Japo (La Parodia del Rey)-Fernando, violero de HomoSapiens y organizador del Lakos Thrash-MARTIRIO y toda su gente!!!!
La primer banda en presentarse fue Deathbed, originarios de Berisso, provincia de Buenos Aires. En un estilo bien extremo y agresivo, hicieron un buen uso del doblebombo acompañado de una viola veloz con solos impresionantemente precisos, y un vocalista que no sólo se hizo cargo de otorgar pesadez y pudrición desde sus cuerdas vocales sino también de marcar el ritmo rápido de cada tema con buenos fraseos de bajo. Muy original la elección de un tema instrumental que es directo, con una base bien armada de arreglos de viola y un bajo que se roba el show. Y todo esto acompañado por un correcto nivel de distorsión, lo cual logra un buen feedback por parte del público. Una buena variación entre temas con un mayor trabajo desde la melodía y otros más violentos, es guiada por una voz que combina hábilmente tonos agudos y graves. Lo mejor de la noche con un tema iniciado por el tapping de viola en un solo que recorre todos los trastes, en donde el desempeño del guitarrista es realmente elogiable, al cual le sigue un tapping del bajista que evidencia profesionalismo y mucha actitud.
Homo Sapiens, banda local y organizadora del Lakos Thrash Fest, arranca con un “Territory”, lo cual ya evidencia una notable influencia del primer y mejor Sepultura en sus composiciones, en un heavy thrash de voz furiosa, bases directas que invitan a agitar, cortes introducidos por un bajo bien latoso y una batería que acompaña los cambios de ritmo respetando a raja tabla los tiempos. La marca de letras bien contestatarias y combativas hacen de la propuesta de estos muchachos algo para tomar realmente en cuenta. Una introducción a puro machaque para un tema de su autoría que dá lugar a un corto fraseo de bajo y a un solo veloz que respeta el tono del tema resulta en un tema bien pesado y denso pero que mantiene un ritmo constante. La joya de la noche: un tema dedicado al Ejército Zapatista de Liberación Nacional - algo realmente original e inesperado - con un mensaje que le viene muy bien al público metalero. “Globalización” cambia bastante la estética que venía llevando la banda, teniendo una base más rockera-blusera, con un enganche a puro doblebombo hacia el final, y un cierre dedicado a la policía entrerriana y a sus sucias maniobras.
La tercera banda en presentarse – también paranaenses ellos – es “Volición”, quienes desplegaron un death metal bien cuadrado y ruidoso en donde viola, bajo y batería fueron uno en la entera masa de sonido. El público que reaccionó de una forma realmente positiva ante la propuesta de esta banda, que con mucha energía dejó todo sobre el escenario, lo cual fue combinado con una buena velocidad y un volumen alto que constituyeron un cóctel explosivo. Un bajista que metió buenos arreglos, marcando un ritmo rápido y furioso hizo que notáramos la influencia de un Cannibal Corpse en sus composiciones, en un marco de metal realmente brutal. Muy buen manejo escénico el de esta gente, destacándose la sincronización de movimientos del bajista y guitarrista, y un vocalista que realmente no dejó títere con cabeza a pura fuerza de garganta. Con la invitación de un vocalista amigo que por su aspecto parecía extraído de una banda nórdica, la atmósfera se tornó más agresiva, cerrando de una forma esperada una buena presentación.
Sin Piedad, rosarinos con un thrash técnico de ley, fueron los siguientes en la lista, a pura fuerza de un buen trabajo armónico de la guitarra que supo alternar altas velocidades con tramos a media marcha, en donde sobresale una voz bien gutural, mientras que bajo y batería acompañan bien derechitos. Un buen volumen precede una descarga de furia al mejor estilo del thrash alemán de Kreator, ante un público realmente embravecido. Pudieron lograr un estilo bien pesado, de dos violas con riffs rápidos y solos compartidos, y un bajista con un muy buen desempeño tanto desde lo musical como desde la actitud… Aunque sin lugar a dudas, la fuerza de la banda radica en gran parte de la impecable labor de su baterista, una chica que se las trae con todas, a pura habilidad y fuerza ejecutando una muy buena labor tras los parches. Realmente, fueron una de las mejores bandas de la noche, demostrando mucha seriedad y en donde pudimos notar muchas ganas de crecer.
Ya finalizando la noche los encargados de cerrar semejante festival fueron los muchachos de Martirio, procedentes de la ciudad entrerriana de Federación, quienes se largaron con un thrash bien extremo en donde la viola se destaco por unos solos bien elaborados a una velocidad justa. Mucha actitud y garra sobre los tablones, fueron espejo de la revuelta que se daba frente a ellos, sobretodo cuando se lanzaron a versionar “Roots” de Sepultura, de una forma muy prolija y ligada a la original, que realmente nos sorprendió. Un bajo bien derecho y un cantante que se llevó todos los aplausos por su excelente desempeño vocal, fueron acompañados de punta a punta por una guitarra distorsionada que tiró agudos y machacó sobre bases densas con maestría. Más que destacable el trabajo del baterista, quien a pura fuerza transmitió agresividad a los temas, marcando un ritmo constante. Sonido bien visceral recorre tanto sus temas propios como ajenos, con un remate de la mano de un “Refuse/Resist” cargado de furia y energía.
Agradecimientos especiales:
• A Fernando, guitarrista y vocalista de Homo Sapiens, un amigo y hermano que no sólo nos invitó a participar de este excelente festival organizado por ellos sino que se encargó de darnos techo y comida durante nuestra estadía. A sus amigos paranaenses por la buena onda y por el asado que compartimos al ritmo de Pantera. Puro sentir entrerriano, presente en la sangre de esta cronista.
• A la gente del Club Entre Rios, quienes brindaron una muy buena atención a los presentes, con cerveza y choripan a precios populares (algo que es muy dificil encontrar por estas tierras…)
• A las bandas, todas ellas de una impecable calidad musical y el aguante que implicó que se movilizaran hasta el predio del show, con sus intrumentos y equipos. Al maravilloso público interprovincial del que nos sentimos parte.
Autor: Latin Metal
Fotos: Japo y Maru-La Parodia del Rey
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